El Ayuntamiento de Valladolid confirma que estudia asumir las obras de tres polideportivos en dos colegios y un instituto ante la parálisis de la Junta

Valladolid

La situación de interidad en la que sigue inmersa la Junta de Castilla y León tras las elecciones celebradas hace ya más de mes y medio y la prórroga presupuestaria derivada del adelanto electoral, que suma ya tres meses, tiene consecuencias que afectan a los ciudadanos. Un ejemplo lo encontramos en varias obras pendientes en Valladolid. Se trata de polideportivos ubicados en otros tantos centros educativos públicos y que, si son construidos, darán servicio tanto a la comunidad educativa como a los barrios en los que están ubicados.

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, denunció hace dos días que la "parálisis" en la que está sumido el Gobierno autonómico es "inaceptable". Y recordó la situación de estos proyectos, de los que ya se había empezado a hablar con los responsables de la Consejería de Educación, con el objetivo de cofinanciar la ejecución de las obras. Pero ante la situación derivada de las elecciones, el regidor apuntó que el consistorio estudiaba poner en marcha los trámites y, luego, "hacer cuentas con la Junta".

Algo en lo que ha profundizado esta mañana en una entrevista en el informativo matinal 'Hoy por Hoy Valladolid' el concejal de Participación y Deporte, Alberto Bustos. El edil ha lamentado que la "incertidumbre" generada a partir de la convocatoria electoral se ha traducido en una ralentización de la gestión en el seno de la Junta de Castilla y León y ha criticado que este tipo de situaciones "tengan que sufrirlas los ciudadanos".

Bustos ha detallado que los tres polideportivos cuya construcción quiere poner en marcha el Ayuntamiento de la capital vallisoletana estarán emplazados en dos colegios públicos situados en el entorno de los barrios de Huerta del Rey y Girón: el CEIP Miguel Delibes y el CEIP María Teresa Iñigo de Toro, además de un instituto, el Juan de Juni. Hay que tener en cuenta que, en alguno de ellos, la demanda para contar con un equipamiento de este tipo se remonta a hace dos décadas. Es el caso del Iñigo de Toro en el que, incluso, se llegaron a hacer catas en el suelo como paso inicial.