Palabra de Kingtela

Lugo

Se acabó "la locura" del derbi galego en la máxima categoría del basket español. Breogán y Obradoiro midieron sus fuerzas en un más que apretado encuentro en el Pazo Universitario Dos Deportes de Lugo. La victoria para los celestes sella, virtualmente, la salvación del equipo, que seguirá trabajando, ahora, mirando hacia arriba. Los hermanos Quintela, que terminaban el encuentro abrazados, emocionados y bailando con la afición celeste el partido quisieron compartir la resaca emocional en Play Basket.

"El pabellón estaba a reventar, todo azul... buah. ¡Qué locura!", decía Sergi Quintela. El mayor de los hermanos estaba especialmente contento por poder haber estado en cancha algunos minutos y explicaba que "viéndolo desde fuera se pasa fatal". Recodando sus primeros momentos en el baloncesto, en Frigsa, en el pabellón, en las escuelas... El amor por el baloncesto ya venía en el ADN de esta familia.

"Desde que nos levantábamos hasta que anochecía estábamos jugando al baloncesto. Escribíamos todos los equipos de la NBA y en uno contra uno pasábamos el día", comenta el pequeño de lucenses. Lo de estos hermanos y el baloncesto viene de atrás, pero no siempre tuvieron claro que este sería su deporte. "Primero probamos con el fútbol. Sergi era portero y yo delantero. Él siempre tuvo claro que prefería jugar al baloncesto... yo no tanto", bromean.

Tanto Sergi como Erik despegaron su vuelo en el equipo "de toda la vida ", el CB Breogán, pero el camino hasta la ACB y es escudo del león no fue fácil. Tras varias salidas a otros equipos y cesiones, los hermanísimos de Lugo han vuelto a casa y por todo lo alto. "Debutar en ACB con el Breogán es algo muy bonito", dice Sergi. "Después de lograr el ascenso visitando pabellones vacios por la pandemia, vivir este año es increíble", relatan.