La Junta de Castilla-La Mancha espera abrir la residencia María de Molina después de Semana Santa
Una intervención en la canalización de la entrada ha demorado el fin de la obra, aunque la intención es habilitar otro acceso y que la instalación se pueda utilizar por el Centro de Estudios Penitenciarios
Cuenca
Las obras de la residencia María de Molina de Cuenca han sufrido un retraso por la necesidad de cambiar la canalización en la planta baja, pero el gobierno regional tiene intención de que esté en funcionamiento cuando llegue el segundo grupo de alumnos del Centro de Estudios Penitenciarios.
Según ha explicado la delegada de la Junta en Cuenca, María Ángeles Martínez, las plantas superiores y las habitaciones están listas para su limpieza y el montaje del mobiliario. Sin embargo, tras las últimas lluvias han detectado una “oquedad” en la planta baja, en la zona de la entrada principal, y se va a cambiar la red sanitaria, lo que puede demorar el fin de la obra.
En todo caso, ha apuntado que la instalación estará en uso después de Semana Santa, porque se va a habilitar el acceso a través de la calle Gregorio Marañón, en lugar del principal frente al Parque de los Moralejos.
La rehabilitación de la residencia, que permanece cerrada desde la legislatura del gobierno de María Dolores de Cospedal, ha contado con una inversión que supera los 800.000 euros.
Dispone de 90 plazas que se pondrán a disposición del Centro de Estudios Penitenciarios que se ha instalado en Cuenca.