Una caravana de 450 camiones protesta por el precio de los carburantes en una manifestación inédita en Santander
Los participantes han sido pequeños empresarios y autónomos que viven momentos muy difíciles para sacarle rentabilidad a su trabajo

Santander
Más de 450 camiones han complicado la circulación en Santander para protestar por el alto precio de los carburantes coincidiendo con la jornada número once del paro del sector. Una protesta en la que han hecho sonar de manera insistente sus bocinas para llamar la atención de los ciudadanos que se paraba para aplaudir en muchos casos mientras seguían la marcha con la mirada.
Concentrados desde las 11.00 de la mañana en el Polígono de Raós se han retrasado casi una hora en iniciar su marcha con respecto a la hora prevista en su convocatoria. Los participantes son pequeños empresarios y autónomos como Jaime y Toño, son tío y sobrino, tienen sus empresas en Santander, con 5 y 3 camiones respectivamente, tres generaciones de camioneros que no recuerdan una situación tan complicada.
Lo que nos han contado es que sus problemas son muchos, como por ejemplo que no reciben un pago por sus servicios justo, además del elevado precio de los combustibles. Lo expresan en cantidades, hace un año el gasto mensual en combustible que tenían que asumir rondaba los 5000 euros, ahora son unos 7800.
“Es inasumible trabajar en estas condiciones, he tenido que parar una semana antes de que comenzara la huelga incluso, porque no podía sino pagar a los empleados. En el último viaje que he hecho, explica Jaime apenas me han quedado 6 euros en el bolsillo, estoy subsistiendo gracias al sueldo de mi mujer y tirando de ahorros para pagar las letras de los cinco camiones que tengo”
Jaime no imagina dedicarse a otra cosa, aunque reconoce que gana mucho menos de lo que ganaba su padre. Toño está en una mejor situación porque prácticamente tiene pagados sus dos camiones, aun así aclara que ahora lo que le toca es hacer lo que le mande, si hay que cargar o descargar no se puede negar, sino no se trabaja.
Desde la una menos veinte han estado resonando en la entrada y salida de Santander por las calles Marques de la Hermida, Antonio Lopez, Paseo Pereda y Castilla los cláxones de los más de 450 camineros que han participado en la manifestación para protestar por el excesivo precio de los combustibles.
Y los problemas en el tráfico han sido importantes hasta bien entrada la tarde, especialmente en las trasversales de las calles Castilla y Marques de la Hermida ya que la caravana de camiones era tan larga que mientras unos ya estaban abandonando la ciudad otros todavía comenzaban a circular por la entrada.