El pasado 5 de marzo, tan solo una semana después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, el enviado especial de la Cadena SER a Ucrania Nicolás Castellano, que entonces estaba a las afueras de Kiev, nos contaba una historia de esas que llegan al corazón. La de Emma, una bebé de cinco meses, y su madre, Julia, que intentaban escapar de Irpín, un suburbio ucraniano devastado por las fuerzas rusas. Esto es lo que nos contó Nicolás Castellano en su crónica: Con lágrimas en los ojos y visiblemente angustiada, Julia relataba que antes de la invasión, su vida era perfecta. «Antes de la baja de maternidad era coordinadora de un departamento en una empresa de tecnología. Mi marido también trabajaba de lo mismo. Es que teníamos una vida perfecta en Irpín, es una ciudad preciosa», contaba. A Julia le duele ver la ciudad destruida por los bombardeos que han arrasado plazas, parques o viviendas, y ha quedado en ruinas. «A Irpín se le conoce como la ciudad de los niños porque es fantástica y está llena de parques, pero ahora es todo ruinas. Es duro, muy duro», concluía. La conmovedora historia se hacía todavía más impactante con la imagen de un soldado ucraniano ayudando a su evacuación con el bebé en brazos. De hecho, la revista Time también se fijó en ella y publicó en aquellos días una doble portada con la foto de Emma, Julia y el soldado bajo el título: «La agonía de Ucrania». También llevaba el siguiente pie de foto: «Un soldado ucraniano ayuda a una madre y a su bebé a escapar de Irpín, a las afueras de Kiev, tras el asedio de las fuerzas rusas en su ofensiva para sitiar la capital». Más de 3 millones de personas ya han huido de Ucrania desde que Rusia comenzó su ofensiva, según las estimaciones de ACNUR, que espera que esa cifra se incremente, al menos, hasta los 4 millones en los próximos días. Muchos de esos refugiados esperan reencontrarse con familiares en distintos países europeos pero otros muchos no tienen un destino concreto y han salido con una maleta donde han metido lo poco que les ha cabido de toda una vida.