El Gobierno asturiano "no va a permitir" violencia en la huelga de transportistas

Asturias

Asturias es una de las comunidades que más está sufriendo el seísmo que ha traído consigo el terremoto de los transportistas. Son muchos los sectores que han lanzado un mensaje de alerta al Gobierno: si no llega pronto una solución, las consecuencias serán de gran magnitud. Interior ha desplegado 857 agentes (652 guardias civiles y 205 policía nacionales) para escoltar convoyes de suministros y actuar contra los piquetes violentos en el Principado. Los incidentes que se han producido en las últimas jornadas con ruedas pinchadas, amenazas a camioneros o rotura de lunas no tienen cabida ha advertido el vicepresidente del Gobierno asturiano Juan Cofiño.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado detectaron en la noche del jueves cuatro piquetes violentos e identificaron a 19 personas. El número de incidentes graves se ha reducido respecto a los días anteriores y durante la pasada madrugada el más reseñable fue el lanzamiento de clavos en la rotonda de acceso al centro logístico de la cadena de supermercados Alimerka. Hasta primera hora de la mañana de este viernes se han realizado 29 escoltas a 160 vehículos.

La Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias (Femetal) también observa cn procupación el avance de la huelga. Su presidente Guillermo Ulacia alerta de que si no hay solución, la próxima semana el número de empresas afectadas crecerá y "se generarán pérdidas millonarias e irreparables para ellas, pero también para sus trabajadores".

En Asturias, la huelga cuenta con dos de las tres organizaciones mayoritarias, UITA y Cesintra mientras que Asetra ha rechazado el paoyo desde el primer momento y ha denunciado las trabas impuestas por los piquetes a los transportistas que sí quieren trabajar y que obligan a parar los camiones a sus compañeros.