Mis vecinos

Asturias

Desde mi ventana veo como se prepara el terreno para levantar un nuevo edificio que me impedirá contemplar el horizonte tal y como he venido haciendo a lo largo de muchos años. No me entusiasma y ¡claro! lo lamento pero era inevitable. Sabia cuando me instale en esta casa que en algún momento -afortunadamente ha tardado tiempo- el cemento me ocultaría parte de la vista. Y, por cierto, no se me ocurre echar la culpa de esto al Ayuntamiento.

El edificio estará dotado de grandes comodidades y su precio parece que va en consonancia. A pesar de ello se comenta que ya se han vendido bastantes pisos. No sé qué vecinos y vecinas tendré en el futuro... Se unirán a los que ahora tengo entre los que se encuentran los que diariamente acuden a un centro de atención a las personas sin hogar. Las veo todos los días, se sientan en la cercanía del centro, pasan un tiempo en los bancos del parque, conversan, charlan, a veces discuten y ,de vez en cuando, comparten un cartón de vino. Y cuando llueve o si hace mucho frio se guarecen en la entrada de mi portal.

Confió en que las personas que ahora compran estos nuevos pisos, sepan que compartirán su espacio con ellos. El espacio público es eso público y, por lo tanto, no se puede reservar su uso a unos pocos. Y las personas que han sido golpeadas por la vida tienen derecho a la protección del estado y a recibir una atención que cubra al menos sus necesidades básicas. Así que no deben ser ocultadas, escondidas, relegadas o desplazadas.

Digo esto porque lamentablemente he visto en demasiadas ocasiones movilizaciones para expulsarlas o para impedir que se instale cualquier dispositivo que las atienda. Y también he asistido a la más deleznable utilización de la pobreza –o del rechazo a los pobres y vulnerables- como herramienta electoral. No puedo olvidar la instrumentalización de la oposición al traslado del albergue Covadonga y la vergonzosa actuación del gobierno de Carmen Moriyón al impedir su ubicación en un edificio planificado y acondicionado para su instalación.

Espero que mis nuevos vecinos tengan claro que tendrán que convivir con mis vecinos de siempre.

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