Mujeres
La Firma de Eva Calleja
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"Mujeres", la Firma de Eva Calleja
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Palencia
Nací mujer y hoy como mujer quiero sumar mi voz a la de tantas mujeres y hombres en la celebración del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres.
Nací mujer y eso no hace que valga ni más ni menos que un hombre en cuanto a mis derechos.
Nací mujer y eso no significa que mi trabajo valga ni más ni menos que el de un hombre en cuanto a los salarios.
Nací mujer y eso no significa que mis opiniones y mis decisiones sean ni más ni menos válidas que las de un hombre para vivir mi vida como yo decido vivirla.
Nací mujer y estoy encantada de serlo. Nací mujer y estoy orgullosa de que sea así.
Y hoy, como cada día de mi vida, no solo como cada 8 de marzo, levanto mi voz para reivindicar la plena igualdad entre hombres y mujeres, algo esencial para hacer avanzar nuestra sociedad y nuestra democracia.
La crisis económica y social provocada por la pandemia de la Covid-19 ha incidido de forma importante en las mujeres. Son las que más empleo han perdido, numerosas las autónomas que han visto frustradas sus expectativas de negocio y, además, las trabajadoras son las que más ERTES han sufrido.
A día de hoy la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha incrementado y ha escalado hasta superar el 34%, una brecha inédita en las últimas décadas.
La precariedad laboral afecta más a mujeres que hombres, mujeres que aún, en demasiados casos, deben decidir entre la maternidad y su desarrollo profesional en un país en el que “conciliación” es una palabra que aún se queda solo en el diccionario y dista kilómetros de ser realidad.
Muchas empresas carecen aún de planes de igualdad, a pesar de ser algo obligatorio para todas las que superan las 50 personas trabajadoras. ¿Por qué y quién lo consiente?
Las mujeres asumen, en un elevadísimo tanto por ciento, las tareas del cuidado. Si la conciliación es solo una preciosa palabra también lo es la “corresponsabilidad”, queda muy chula pero aún, no nos engañemos, es una utopía.
No quiero ni puedo olvidar la violencia ejercida contra las mujeres: violencia física pero también psicológica, económica, de control…inaceptable en cualquiera de sus formas.
La igualdad de género no es cuestión de un día, debe ser un compromiso continuo e ineludible de la ciudadanía en su conjunto para poder seguir avanzando en el camino de la igualdad hacia un mundo libre de violencia, solidario, colaborativo, corresponsable, conciliador y justo.
Nací mujer pero, por encima de eso, nací persona y mi género no puede ni debe marcar ninguna diferencia con respecto a otra persona.
Feliz 8 de marzo.