La pandemia deja el triple de contratos parciales en la mujer que en el hombre
Los sindicatos piden corresponsabilidad de género en los cuidados a familiares y en el hogar. El 95% de estos contratos relacionados con el cuidado de menores son de mujeres
Valladolid
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia, ante la celebración de este 8M, Día Internacional de la Mujer, que la diferencia de género en contratación temporal se ha multiplicado por diez durante la pandemia. Hay más del triple de mujeres que de hombres contratadas a tiempo parcial, y el 94,9% de estos contratos relacionados con el cuidado de menores son de mujeres.
“Debemos eliminar los estereotipos y roles de género. La sociedad de hoy no puede seguir permitiendo que las mujeres sean quienes mayoritariamente lleven el peso de los cuidados familiares y del hogar. Sin corresponsabilidad no hay igualdad”, advierte Regina Álvarez, responsable de Igualdad de CSIF Castilla y León.
Las políticas públicas deben adaptarse para propiciar la conciliación y esa corresponsabilidad. La pandemia ha puesto al descubierto las carencias del sistema actual de cuidados, “es imprescindible lograr un modelo público que dé respuestas y evite la sobrecarga que sufren las mujeres”, resalta CSIF, en su manifiesto de este año para el 8M.
En esta ocasión, CSIF rinde un “sentido homenaje” a las mujeres que, “con todas las dificultades añadidas a las habituales desigualdades y situación de discriminación, siguen en la primera línea del cuidado de la familia, y de sus puestos de trabajo en la sanidad, la docencia, la administración, las cajas de supermercados, la investigación, la industria o el campo”.
Asimismo, este sindicato independiente realizará concentraciones simbólicas el día 8, ante las sedes de la unión autonómica y los nueve provinciales, a las 11:00 horas, en los que se leerá el manifiesto con las reivindicaciones de este 8M, marcado nuevamente por la pandemia del Covid.
Entre estas reclamaciones, están la implantación de medidas de conciliación sin pérdida retributiva; la tolerancia cero ante las agresiones y la violencia contra la mujer; la inclusión de la perspectiva de género en todos los ámbitos; la puesta en marcha de planes de igualdad en la administración y en la empresa privada; o la creación de la figura del delegado o delegada sindical especializada en igualdad y contra la violencia de género, en los centros de trabajo.
