Un estudio del Hospital de Getafe analiza la fragilidad de los mayores y su prevención
Han comprobado que los hábitos saludables y una vida activa pueden contribuir a su seguridad y la sostenibilidad del sistema sanitario
Una pareja de ancianos sosteniendo un bastón / RUNSTUDIO
Getafe
El estudio está coordinado por el grupo del jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe y también director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES), Leocadio Rodríguez Mañas. Su análisis confirma que los altos grados de fragilidad en los mayores tienen relación directa con la discapacidad, las hospitalizaciones e incluso la mortalidad. Asimismo concluye que “la potenciación de hábitos saludables y la vida activa a partir de los 65 años podría tener un impacto positivo en la carga económica y de salud pública de la fragilidad, evitando el alto coste social de la discapacidad y la dependencia, colaborando en la sostenibilidad del sistema sanitario”.
Leocadio Rodríguez, jefe de Geriatría del Hospital de Getafe, repasa su estdio sobre fragilidad en mayores
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La muestra del trabajo han sido casi un millar de mayores de 65 años participantes en el Estudio de Toledo en Envejecimiento Saludable (ETES). La evolución de su fragilidad se midió en base a factores como la actividad física, la velocidad de la marcha, la fuerza de presión manual, el índice de masa corporal y el Test de Romberg para el equilibrio del pie en dos evaluaciones separadas por cinco años.
El propio doctor Rodríguez Mañas indica que “aunque la fragilidad tiende a aumentar con el envejecimiento de la población no ocurre esto en todos los adultos mayores”. El estudio, publicado en la revista científica ‘Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle’ demuestra que la fragilidad es dinámica, y que “el riego de sufrir eventos adversos aumenta según aumenta la fragilidad evaluada mediante esta escala”.
