Empleados de Caixabank se movilizan contra la política ''cortoplacista'' de la entidad financiera
A la pérdida de plantilla y cierre de oficinas añaden la presión emocional sobre el trabajador y el malestar del cliente por los inconvenientes de la digitalización
Empleados de Caixabank se han movilizado en Burgos / Eduardo Piñero
Burgos
Los empleados de Caixabank han iniciado movilizaciones por la presión laboral a la que están sometidos a causa de una ''política cortoplacista'' de la entidad, que deriva en un aumento de bajas en las plantillas por patologías psicológicas y en un deterioro en el servicio que se presta a los clientes, según los sindicatos.
Los procesos de regulación de empleo han provocado la pérdida de unos 50 trabajadores en Burgos, 250 en Castilla y León, acelerando el cierre de oficinas, mientras el proceso de digitalización ahonda en el adelgazamiento de las plantillas y en las quejas de los usuarios, como asegura el Secretario regional de UGT en Caixabank, Eduardo Piñero.
Esta situación, añade, incrementa la presión que sufren por las exigencias comerciales de la dirección en la consecución de objetivos que multiplica las bajas por ansiedad y depresión. El delegado sindical considera que la clientela no se ha adaptado todavía a los procedimientos digitales y admite el malestar entre quienes apuestan por la atención presencial, en especial en el medio rural donde la exclusión digital es más evidente, aunque no siempre es posible porque hay menos empleados para igual o superior número de clientes
Los sindicatos UGT, CCOO y el sindicato de empleados de Caixabank (SECB), que agrupan al 90% de la plantilla, se han concentrado en Burgos ante la sede de la entidad en la Casa del Cordón, en el inicio de movilizaciones que se extenderán a nivel nacional en contra de la política laboral de la corporación financiera catalana.
