Un estudio evidencia la brecha de uso de Internet entre ricos y pobres
Se trata de un trabajo realizado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid
Getafe
La brecha digital en relación con el acceso a la tecnología e Internet es muy pequeña en los países desarrollados, ya que casi todo el mundo cuenta con un smartphone. Sin embargo, la brecha que ahora se hace evidente es la de uso de esas nuevas tecnologías y de la propia Internet. Así lo recoge un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid, el Instituto IMDEA Networks y Orange Innovation y publicado en el ‘Journal of The Royal Society Interface’. Este estudio indica que “un mayor consumo de noticias en medios de comunicación tradicionales online está asociado a un mayor poder adquisitivo y más nivel de estudios”, mientras que “el mayor consumo de Facebook está asociado a un menor poder adquisitivo y menor nivel de estudios”, según ha indicado Iñaki Úcar, uno de los autores del estudio.
Asegura en una entrevista en ‘Hoy por Hoy, Madrid Sur’ que “en los barrios pobres se suelen utilizar más las redes sociales que en los ricos, mientras que en estos últimos se tiende a consumir más información en los medios tradicionales. Es una de las conclusiones más significativas del estudio que analiza la relación entre Internet y variables como la educación, la renta o la desigualdad en una zona.
Esta diferencia de uso tiene sus consecuencias, como por ejemplo, que “plataformas como YouTube o Facebook han sido utilizadas para propagar desinformación, y al ser su uso mayor en zonas con población con menor nivel educativo y menos ingresos”, es probable que los efectos de esta desinformación afecten más a estas zonas.
Dada la globalización de la sociedad, los investigadores creen que estos resultados serían extrapolables a países de similar cultura y riqueza, como los del entorno europeo y norteamericano. Consideran que los resultados del estudio son “bastante sorprendentes”, ya que “el análisis se ha realizado en decenas de ciudades de un país europeo desarrollado, donde cabría suponer que las brechas digitales se han cerrado”.