¿Delincuente, imbécil o ambas cosas?
"Quizás pensase que la policía es tonta, que en las redes solo iba a encontrar seguidores que lo aplaudiesen o, consciente de lo que hacía, creyó que el riesgo de que lo pillaran compensaba su afán de efímera gloria. Lo que no midió bien es su evidente grado de imbecilidad", la polémica de Isaías Lafuente

Madrid
A primera hora de la mañana la Policía Nacional, a través de su perfil de Twitter, anunciaba la detención de un conductor de 19 años por haber circulado por el madrileño Paseo de la Castellana a 113 km/h cuando el límite está en 50. El joven no fue detenido por una patrulla en el momento de la infracción ni ningún radar lo captó. Fue él mismo quien dejó pistas en Instagram y Tik Tok para viralizar orgulloso su hazaña y fue un usuario de estas redes el que avisó a la Policía Nacional.
Este individuo ya ha pasado a disposición judicial acusado de un presunto delito contra la seguridad vial y la justicia decidirá la pena que merece. Pero si la estulticia fuera agravante, merecería la pena en su grado máximo. Porque a su imprudencia, al nulo respeto a las leyes, al desprecio por la vida de peatones y otros conductores, añade la viralización de la prueba inculpatoria. Quizás pensase que la policía es tonta, que en las redes solo iba a encontrar seguidores que lo aplaudiesen o, consciente de lo que hacía, creyó que el riesgo de que lo pillaran compensaba su afán de efímera gloria. Lo que no midió bien es su evidente grado de imbecilidad.