El Extremadura y su eterna despedida

Pasan las horas y el silencio se vuelve incómodo en Almendralejo, lugar al que mira el fútbol español y, en particular, la 1RFEF ante la posible desaparición de otro club. Los azulgrana llevan semanas viviendo una permanente agonía apurando los plazos judiciales y sufriendo sonrojantes derrotas con una plantilla formada actualmente por el grueso de su filial. Todo por apurar las escasas opciones de vida mientras en los despachos buscan el milagro de más de 3 millones de euros con los que salir del trance. Y ha llegado el momento límite. A priori, el domingo 20 expira el periodo de recurso que otorgó el juez y el día antes está fijado el partido contra la Cultural. ¿Habrá fútbol en el Francisco de la Era?

Todos los caminos apuntan a que se jugará el encuentro, a pesar de la advertencia de Manuel Mosquera, técnico del Extremadura, a la conclusión del último choque donde por segunda semana seguida su equipo encajó seis goles. "Si no hay dinero, no jugamos contra la Cultural", declaró. Sin embargo, y no es la primera vez que los hechos se llevan las palabras, el cuadro leonés da por segura su celebración y cada paso del club extremeño lo reafirma. Por ejemplo, el empeño de mantener a flote al Extremadura B. A última hora, el filial reunió los futbolistas necesarios para presentarse ayer al partido aplazado ante el Azuaga después de que no lo hiciera días antes contra el Llerenense. Como le sucede a la escuadra principal, una segunda incomparecencia supondría la exclusión del campeonato y que Mosquera, en caso de jugar contra la Cultural, no pudiera contar con los Rosa, David García, Mulero, Palacios y compañía, juveniles que desde el inicio de la crisis han facilitado la pervivencia de la entidad.

Este viernes, en la antesala del partido, habrá una decisión oficial con la expectativa de si el club organiza un "funeral" en masa facilitando el acceso al Francisco de la Era o si, realmente, hay viabilidad económica para que ésta no sea la última aparición de su corta andadura. En 2010 tomó el relevo del extinguido CF Extremadura, el histórico, el que llevó a la pequeña localidad a la Primera División en los años noventa donde Manuel (Mosquera) se erigió en el máximo artillero. José Cortés era otro de los estandartes. Ahora los hijos de ambos, David y José, son dos de los "elegidos" para mantenerlo a flote hasta que no quede aliento. Los jóvenes Mosquera, Cortés y su tropa (Murillo, Parada, Peteiro, Felices...) quieren una despedida sobre el rectángulo de juego, el que han pisado un total de 42 futbolistas en lo que va de liga (ninguno de los que la comenzaron siguen en sus filas)