Blanca Portillo arrasó en la gran ceremonia de los Premios Goya consiguiendo llevarse el galardón a mejor actriz protagonista por su papel en la película «Maixabel», dirigida por Icíar Bollaín. La película cuenta la historia de Maixabel Lasa y su valiente lucha contra el terrorismo de ETA tras la muerte de su marido, Juan María Jáuregui, asesinado por la banda vasca. Tras proclamarse como ganadora del Goya, la actriz abrazó a Maixabel Lasa, presente en la gran fiesta del cine español, y subió a recoger el cabezón al escenario muy emocionada. «Se me ha quitado el dolor de pies y todo, qué alegría más grande. No pensé que esto fuera a pasar, de verdad, muchísimas gracias a los miembros de la Academia», dijo Portillo, sin creérselo todavía. «Dentro de un par de días es el día de los enamorados. Yo no creo en estas celebraciones de centro comercial, pero me parece una buena idea hablar de amor», confesó ante el auditorio del Palau de les Arts. La actriz quiso proclamar su «amor incondicional» por las otras tres mujeres con las que compartió candidatura al Goya a mejor actriz en esta 36º edición: Penélope Cruz, Petra Martínez y Emma Suárez. Pero el momento más emocionante de la noche llegó de la mano de las palabras que Portillo dedicó a Maixabel y su difunto marido, Juan María Jáuregui. «Declaro mi amor incondicional a Maixabel Lasa, por poner luz en el mundo, por hacer de este mundo un lugar mejor, por luchar por ello y por no rendirte nunca. Nos vamos a beber juntas una botella de Chardonay», dijo, ante la atenta mirada de Lasa, muy emocionada por las palabras de la mujer que interpretó su papel en el proyecto dirigido por Bollaín. «Mi amor incondicional a Juan María Jáuregui, él es el verdadero protagonista de todo esto. Él y todas las personas que se fueron de forma totalmente injusta», recordó Portillo, arrancando el aplauso en Valencia. La actriz también quiso dedicar el galardón a su madre, fallecida hace ya un tiempo, a la que recordó sobre el escenario muy emocionada.