La reforma de la piscina podría duplicar la estimación inicial
La alcaldesa calcula que el coste de las obras podría superar con creces el millón de euros, mientras se plantea dar un primer paso para construir otras nuevas instalaciones
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Raquel González habla de las piscinas
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Aranda de Duero
El presupuesto de las obras que necesita la piscina cubierta municipal para su reapertura podría superar con creces el millón de euros. El 28 de febrero finaliza el plazo que tiene la empresa que está realizando los trabajos de la redacción del proyecto para determinar las obras que necesitan estas instalaciones para su reapertura. Será en ese momento cuando se conozca con exactitud el precio por el que saldrán a licitación, pero la alcaldesa adelantaba a la Cadena SER que, mucho se teme que los 650.000 euros que el equipo de gobierno contempla en el borrador de presupuestos para este año se van a quedar muy escasos. Raquel González cree, más bien, que el coste podría superar el doble de esta cantidad, teniendo en cuenta las múltiples deficiencias estructurales que tienen estas instalaciones que desde el primer momento nacieron con mal pie y que para volver a entrar en servicio con todas las garantías de seguridad y salubridad deberán ser corregidas.
“Vamos a ver el 28 de febrero cuando nos entreguen el presupuesto y el proyecto redactado si no tenemos una sorpresa de que sea más del doble, porque cuando las cosas no empiezan bien, es difícil que terminen bien y quiero recordar que la piscina nació sin desagüe y hemos tenido que hacer numerosas reparaciones a lo largo de su vida útil, así que creo que las obras van a ser más grandes de lo que en principio pensábamos”, pronostica la alcaldesa, que no cree que sea factible reabrir las instalaciones hasta que no estén terminadas todas las obras. “Lo que debe primar es la seguridad de los ciudadanos y evidentemente lo que haremos será hacer todas las obras pertinentes y necesarias y salvo que un informe diga lo contrario, no se podrá utilizar la piscina sin que se hayan hecho todas las obras y reformas necesarias para que cumpla todas las medidas de seguridad y salubridad”, advierte.
No está decidido todavía si esas obras las realizará el propio Ayuntamiento antes de sacar a concurso la explotación de las piscinas o bien opta por la fórmula de que la empresa adjudicataria tenga que asumirlas, pero dado el volumen de la inversión, no parece que sea viable esta segunda opción, a menos que fuera una concesión casi a perpetuidad.
A mayores de todo esto, la alcaldesa revelaba que el equipo de gobierno tiene la intención de incluir una partida inicial en los próximos remanentes para la construcción de unas nuevas piscinas con unas características más acordes a lo que requiere una instalación deportiva que la de las Francesas. “Probablemente en los remanentes de este año se incluya una partida para la redacción de un nuevo proyecto de una instalación de mejores condiciones, porque yo, que he sido madre de nadadoras y lo he sufrido a diario, esa piscina ni tiene las condiciones para competir y no es realmente una instalación deportiva, sino social y sanitaria”, concluye González en una entrevista que pueden escuchar en este audio.