Vivir al lado de una macrogranja: "Mis amigos no quieren venir a mi casa y nos comen las moscas"
El portavoz de la Plataforma "Stop Cebaderos junto a las casas" en Lorca nos cuenta las molestias de tener 1.300 cerdos y 300 toros a 35 metros de su vivienda

Pepe García nos cuenta cómo es vivir al lado de una macrogranja en Lorca
02:12
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Murcia
Se llama Pepe García, vive en la pedanía lorquina de Tercia, una de las más próximas al casco urbano de la ciudad, y tiene al lado de su vivienda una granja con 1.600 animales.
El problema no son los animales, son sus excrementos, almacenados en una balsa al aire libre, cuyos efluvios incluso están provocando problemas de salud a su familia.
"Las balsas de purines están destapadas, allí hay un olor insoportable, el amoniaco a mis familiares les está ocasionando que tengan que ir, de vez en cuando, al médico porque les está afectando en la garganta, en los pulmones...", explica.
No sólo eso, los malos olores y la presencia contínua de las moscas son constantes en su vida
"La peste es insoportable, las moscas nos comen. En esos purines se generan miles y miles y miles de moscas. Eso es insoportable", añade.
La granja no sólo le afecta directamente en su día a día, afecta también a su vida social. Las comidas con amigos y familiares en casa están descartadas porque nadie quiere ir a visitarles.
"La gente, conocidos y todo eso, a nadie le gusta venir a la casa. Amigos de mis amigos, todo el mundo nos pone pegas porque, al lado de un cebadero, la ropa coge el olor absolutamente. Cuando lleves 20 minutos al lado, toda la ropa que lleves huele a cerdo. Entonces la gente no quiere aproximarse allí", lamenta Pepe García.
Es más, la presencia de esta granja, según nos cuenta Pepe García, ha causado un daño en el patrimonio de sus habitantes, bajando el precio de todas las viviendas. Tercia, en plena huerta lorquina, es una pedanía muy bien comunicada no sólo con el casco urbano de la ciudad, también con otras ciudades como Águilas, Totana o la propia Murcia. Por eso hay quien invirtió en alojamientos rurales, los mismos que ahora nadie quiere alquilar.
"La gente no quiere alquilar las casas, no quiere comprar las casas donde están los cebaderos. Hay también un daño al patrimonio de las personas que viven al lado. Aparte del daño que supone la incomodidad, la insalubridad está el daño al patrimonio de tener una granja al lado", concluye García.

Maica Sánchez
Responsable de temas municipales del área metropolitana de Murcia. Redactora en Radio Murcia desde 2011,...