Manuela Carmena: "Es muy importante que se sancione la mentira en política"

A Coruña

Manuela Carmena presentaba ayer en A Coruña ‘La joven política’, un libro en el que habla sobre su experiencia en la gestión de lo público y su visión de la democracia desde que comenzó a ejercer como abogada hasta ahora, que dedica su tiempo a emprender proyectos sociales que den oportunidades y mejoren la justicia.

Entre esos nuevos proyectos se incluye un programa en Radio Nacional, Máster en Justicia: " Me hace muy feliz porque me da la posibilidad de divulgar el derecho de una manera entretenida", reconoce Carmena.

En ese 'Alegato por la tolerancia y crítico con los partidos', Manuela repasa, analiza y hace propuestas para solucionar la situación por la que está pasando la política, marcada, tal y como demuestran las imágenes y sonidos del congreso, por la burla, la descalificación o las faltas de respeto: "Los partidos buscan alguna forma de diferenciarse y a partir de ahí se ha escenificado una especie de guerra entre unos y otros, y se nos ha olvidado que la representación de los ciudadanos debe tener un contenido, no puede ser que elijamos según unos productos puramente publicitarios".

La ex política reconoce que para ella la Alcaldía de Madrid fue un trabajo más, tan apasionante como los que había ejercido hasta ese momento y reflexiona en las páginas de su libro sobre cómo sería si en nuestro trabajo las reuniones se llenaran de aplausos, abucheos y demás: "sería imposible, una especie de esterilidad constante, que es lo que sucede en política", critica.

La joven política habla también sobre la mentira, sobre las recientes y polémicas declaraciones de Pablo Iglesias en las que afirmaba que al no ser político, ya podía decir la verdad. La que fuera alcaldesa de Madrid reconoce que le hubiera gustado no escuchar esas palabras, y añade "en el libro traslado la importancia de la sanción de la mentira en política, y para ello son muy importantes las agencias de verificación".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Con respecto al trabajo en un Ayuntamiento, Carmena reconoce su sorpresa ante el no debate en los plenos, la dependencia de la externalización o lo que puede tardar en llevarse a cabo un proyecto por la 'superburocratización': “Creo que es un problema interesante, cuál es la función de los empleados públicos; a veces la dejamos reducida a ser unos meros controladores de la gestión externa. Se podrían generar empresas públicas o alternativas, lo mismo que contratamos con empresas privadas podemos contratar con colectivos de ciudadanos, que se encarguen de la gestión de una determinada parte de la actividad pública. Incorporar la gestión pública social, lo veo muy relacionado con procesos como los presupuestos participativos, que son estupendos, pero el paso siguiente es que lo puedan gestionar los ciudadanos”.

Aboga por la empatía, por el dialogo, por el cuidado de la política… ya lo hizo en su despedida como alcaldesa y además con especial hincapié en el verbo cuidar: “me parece interesante que reflexionemos sobre el cuidado, y hasta que punto está poco introducido en la visión que tenemos de lo público".

Sobre la democracia cree que "hay que permitirle constantemente que se vaya desarrollando y cumpliendo su cometido, creo que democracia y aspiración de igualdad son dos conceptos que van absolutamente entrelazados".